Hemos sido testigos de una evolución tecnológica que avanza a tal velocidad que tal vez no todos hemos tenido oportunidad de experimentarla en todas sus fases, ya sea por el nivel de desarrollo de cada país, la brecha económica que se traduce en una brecha tecnológica, o bien por la coraza impermeable de algunas culturas.
No obstante la ambición y el optimismo de los desarrolladores de tecnologías, hoy en día la pregunta que debemos formularnos es ¿somos capaces de llevar los cambios tecnológicos a todo el mundo? y más aún ¿seremos capaces de lograr que esos avances tecnológicos sirvan como un medio para la evolución humana?
Deben tomarse en cuenta otros factores que limitan la celeridad con la que actualmente se mueve la tecnología: la infraestructura limitada que soporta el creciente flujo ilimitado de información, la capacidad económica de los usuarios para mantenerse al día, la menor velocidad con que se llevan a cabo otras actividades (productivas, comerciales, etc.).
Por lo pronto, parece ser que se está dejando de lado la planeación en términos del impacto, entendiendo éste como el efecto último. Las empresas se limitan a crear un buen producto que genere un alto nivel de ganancias por ventas, pero descuida el impacto que trae el uso de dicho producto en la sociedad.
1 comentario:
Buen comentario. Lo tomaré para una presentación de mi taller, claro, con su respectiva referencia.
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